miércoles, 25 de agosto de 2010

¿Era de la información o edad de piedra?¿


¿Era de la información o edad de piedra?
El pasado domingo tras bajar por la mañana Sella con los amigos, nos dirigimos a los Lagos de Covadonga.

En un momento en el que la información fluye a una velocidad tal que no somos capaces, ya no sólo a asimilarla, sino ni siquiera a leerla. Apenas hemos aprendido a manejar el iPhone 4 y ya hablan del iPhone 5. Contratamos una conexión a 6 megas y al día siguiente sale la de 20. El televisor de plasma del año anterior se ha quedado pequeño y tengo que tener uno nuevo, el 2.0 está en todos lados, y he de reconocer que me gusta la tecnología y el cambio y la mejora, pero....

Como decía tras bajar el Sella en canoa con los amigos subimos a los Lagos de Covadonga y allí conseguí sorprenderles al llevarles a conocer a Amalia, una mujer con la que conversamos durante más de media hora, dentro de su cabaña. En estos tiempos como decía Amalia sigue a sus 79 años, cuidando el ganado y haciendo Queso de Gamoneu, entre aquellas montañas, en una cabaña que a duras penas superará los 6 metros cuadrados y en la que el humo de su hoguerita lo impregna todo. Allí no hay luz, ni agua corriente dentro de la cabaña (se las apaña con un grifo en el exterior), el teléfono no tiene cobertura, televisión y radio son impensables, Internet ¿qué es eso?

Pero aún así Amalia sigue allí, al pie del cañón, haciendo su queso, viviendo en aquella cabaña de piedra, pequeña, repleta y acogedora, con una lumbre en el suelo, una limpieza exquisita y una tranquilidad extrema, que sin duda debe de ser el elixir de la juventud con que esa generación se mantiene en forma cerca ya de sus 80 años.

Esa edad no le impide ir a por cargas de leña allí donde ha caído un árbol, ordeñar el ganado, preparar el queso y tener una sonrisa cada vez que vamos.

Hará 5 años ya que paso por su cabaña varias veces al verano con nuestros clientes, y ellos no dejan de sorprenderse, con un modo de vida que ya casi nadie quiere, pero que a todo el mundo le enamora.

Seguiremos subiendo mientras Amalia nos deje.